Yoga en niños
En función de la edad las clases son más o menos lúdicas. Hasta los 7-8 años se utilizan herramientas como canciones y cuentos para conseguir una mayor atención y colaboración de los niños. Para los niños de más de 8 años el yoga es muy útil a la hora de aprender a identificar y gestionar sus emociones, utilizando sobre todo técnicas de respiración y relajación.


Mejora la comunicación
El yoga ayuda a fomentar la autoestima y a adquirir confianza en la propia persona y en el resto, de este modo la comunicación con el grupo de iguales pasa a ser positiva y poder expresarse libremente sin miedo a ser juzgados/as.
El trabajo en grupo además de facilitar la comunicación y la cercanía entre iguales incrementa de manera positiva valores como la cooperación, la solidaridad, la empatía, la tolerancia y la aceptación.
Atención plena
Bajo técnicas de respiración y meditaciones activas conseguimos que mantengan el foco de energía en realizar actividades que les permiten concentrase a la par que están consiguiendo un estado de relajación activa.
Mejora de la coordinación motora, los niños aprenden cómo se mueven las diferentes partes del cuerpo y ponen atención a los movimientos, mejoran la coordinación y el ritmo.
Beneficios
Yoga en adolescentes
La adolescencia es una etapa convulsa y difícil de transitar. Los cambios físicos y cognitivos que se suceden son un hito en nuestras vidas, en la mayor parte de los casos no existe un desarrollo madurativo suficiente para alcanzar a comprender lo que nos sucede y a la velocidad que nos sucede.
Los sentimientos de incomprensión y desarraigo nos asaltan y mayormente buscamos amparo y cobijo en el grupo de iguales por tener ese sentimiento de pertenencia que solo encontramos con quienes transitan la misma etapa.


Yoga como herramienta de gestión emocional en la adolescencia
Tal y como mencionábamos en los beneficios de yoga para niños, volvemos a repetir que el yoga es una herramienta de conexión con nosotras/os mismas/os. Nos ayuda a conocernos y a aumentar nuestra autoestima de forma positiva conectando con nuestra mente y nuestro cuerpo, aprendiendo a escucharnos y a conocernos realmente haciéndonos superar miedos e inseguridades mediante las prácticas más activas y durante las más meditativas.
En relación al sentimiento de pertenencia al grupo con el yoga los valores de la aceptación, la tolerancia y el respeto se adquieren bajo la premisa de que en la práctica de yoga todos los procesos son válidos y están bien, no hay competición, no hay mejor o peor, hay disfrute y conocimiento de nuestros límites. Es una gran herramienta para generar empatía y querer ayudar a tus iguales.

¿Cómo adaptar el yoga a la adolescencia?
Dado que es una etapa en la que buscan aprobación constante de sus iguales es interesante ahondar en los gustos del grupo, acercándonos a su cultura musical, a sus creencias, intereses culturales y desde ahí construir una práctica adaptada.
Además en esta etapa evolutiva debemos crear prácticas más dinámicas y de actividad física más intensa para proporcionar una descarga más potente de energía, donde se liberen de tensiones, ira y ansiedad. Bajo las estas premisas el trabajo en parejas y grupos se forjará interesante pues tendrán que colaborar y confiar para lograr los objetivos propuestos en la sesión.
Las clases de yoga para adolescentes ayudan a los jóvenes a canalizar y gestionar sus emociones, a conectarse con su cuerpo, a relajarse y a concentrarse mejor.